Peter, el polaco toledano
Poco tardé en hacer mi primer viaje estando en Valencia. Y no fue por estar a disgusto en la ciudad de Cañizares y Albelda, simplemente coincidió así. La novia de Santi (Kasia, polaca ella) vino a finales de Septiembre a pasar 20 días, lo que aprovechamos para ir a visitar a Pedro a Toledo. Bueno, más bien a Talavera de la Reina, pueblo del que es su familia. Pero, para Pedro, no fue una visita más...
Para Santi y para mí, hacer viajes es algo muy sencillo. Basta con hacer una llamada el día antes y esperar una contestación tan clara y concisa como "sí" o "no". Aquéllo fue algo parecido. Queríamos ir a Toledo a visitar a Pedro un fin de semana; coincidió que Kasia venía para ese finde que teníamos libre y ya se preparó en un momento, no había que hacer nada más, sólo confirmar que Pedro estuviera disponible. Pensamos que seguro que le hacía ilusión encontrarse con nosotros de sopetón, sin saber nada, y por eso le llamamos "para saber qué tal estaba", dejándole caer que qué iba a hacer esos días, así por curiosidad. Nos dijo que eran las fiestas de Talavera de la Reina y que no iba a estar en Toledo, por lo que en un principio nos chafó los planes, pero... ¿qué más daba? Se iba a Talavera y tan panchos. Para saber qué dirección teníamos que meter exactamente en el GPS y así llegar a la casa de los abuelos de Pedro, qué mejor excusa que volverle a llamar al día siguiente y decirle que un amigo mío de León iba, curiosamente, a las fiestas de Talavera de la Reina, y que aproveché "para darle unos chorizos de León" y que así se los diera a Pedro de mi parte. Pedro, todo emocionado, no hacía más que agradecérmelo...
Lógicamente cambiaron todos sus planes para el finde. Nos tuvo que cuidar como a sus pobres cachorros, pollo asado incluido (aunque con trampa, que ya estaba hecho) (coño y ahora que me acuerdo, si hasta lo compraron tus padres! joe Peter, qué mal nos trataste...). Íbamos con la idea de dormir en algún hostal pero, gentilmente, nos cedieron unas camas en la casa que tienen en las afueras del pueblo. ¡Como los ricos!
Y lo que es el finde en general... tampoco hicimos gran cosa. Vimos Talavera, que no es que sea gran cosa por mucho que diga Pedro, y salimos el sábado por la feria que había montada. Y el domingo ooooootra vez para Valencia, camino que se hizo ameno por nuestra pequeña visita turística a Minglanilla, pueblo que hay a mitad de camino entre Madrid y Valencia y que ese día debió acoger al 100% de sus visitantes en toda la historia (Kasia, Santi y yo). En la foto, su precioso castillo.
Y nada más. Tan solo recordaros que si un día os llamo diciendo que un colega os va a llevar unos chorizos a la puerta de casa no os lo creáis.
Saludos, gente ;-)
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