y de Dinamarca, a Londres
Después de "salir de fiesta" por Aarhus, la mañana siguiente cogimos el vuelo desde allí hasta Londres (entrecomillado porque Luis no quiso que fuéramos al aeropuerto de empalmada... está perdiendo facultades).
De Stansted fuimos Luis y yo para el centro de la ciudad, donde después de estudiar el metro londinense pudimos llegar hasta el hostal, en pleno barrio de Chelsea (juraría que vi a Mourinho con su perro insultando a la policía). Dejamos las cosas y fuimos para el centro donde, después de varios meses, podríamos ver a nuestro tan apreciado Molero (se le echaba de menos, al igual que a todos vosotros; él por lo menos se dignó a "visitarnos", ejem ejem).
Londres posiblemente sea la ciudad que más me ha gustado; ya estuve en el año 2000 (¡¡¡saludos a mis amigos de Wolverhampton!!!) y ahora lo he ratificado. No sólo porque es muy curiosa por eso de conducir al revés o todas esas pamplinas, es... no sé, diferente. Los barrios, las casas, todas típicas de película al más estilo Sherlock Holmes... el centro lleno de inmigrantes (con trabajo), el Big Ben, niños que con 3 años hablan un inglés mucho mejor que el tuyo aunque lo hayas estudiado 10 años... (qué desesperante, por Dios).
Pudimos visitar la gran mayoría de las cosas importantes de la ciudad: British Museum (pronunciado /brindis miusium/), Parlamento, Buckinham Palace, el palacio donde vivió Diana de Gales, Trafalgar Square, Támesis con su noria, el puente... todo lo que sale siempre en las postales. Por eso decidimos ir más allá, llegar a la "Inglaterra profunda" (xD), es decir, pasear por barrios donde se supone que no hay nada para ver. Nothing Hill (el peor coche era un A8 prácticamente) o el barrio de Arsenal, donde como podréis imaginar juegan Cesc, Henry, Baptista y toda esa cuadrilla. Decidimos ir a ese barrio por ser un barrio "obrero", donde podríamos encontrar un pub típico donde poder tomar una cerveza... y acertamos de lleno.
El bar era un bar irlandés, con todo lo que ello conlleva. En una esquina había unos 5 ó 6 tíos tocando el violín, con otro acompañando con el acordeón y otro con el piano, el fútbol en la tele y la barra llena de ingleses que no hablaban viendo el fútbol, pero la cosa cambió. Cuando ya marchábamos, un joven de unos 30 años habló a Gelo Molero (y del mar mero) y entablamos conversación. El chaval era de lo más majo, incluso se atrevió a invitarnos a unas cervezas (no aceptamos) y un amigo invitó a Gelo a un chupito de whisky. Después de echarnos muchas y muchas risas con ellos, nos dijeron que teníamos que ir a visitarles a Irlanda, país de donde eran originarios estos elementos.
Como dije, nada faltó en el pub... cuando estábamos hablando en medio del bar con ellos, un jambo (me encanta esta palabra... viva León, dicho sea de paso) emitió un sonido tal que así: "mmmmmmhhhhhhhh" pero bien alto. La cosa era que no le dejábamos ver a la orquestilla tocar... se lo dije a los demás y nos apartamos. Pero, como era de esperar, nos volvimos a poner al rato delante de él sin darnos cuenta y el tío, ni corto ni perezoso, no dudó en dar un empujón a lo bestia a uno de los coleguillas nuevos que habíamos hecho (típico inglés...). Se encararon, cuatro palabras, cuatro cruces de miradas, pero nada más. Me recordó a la escena de la película Trainspotting en la que empiezan a pelear en el bar (para que os hagáis a una idea).
Otra cosa curiosísima fue algo que a muchos de vosotros os hará gracia... (yo me parto cada vez que lo pienso). Había una especie de calle con una barrera abierta por la que decidimos entrar; había una caseta de policía a la entrada, pero no nos dijeron nada y tiramos para alante. La sorpresa fue al salir, que los dos policías nos pararon. Le dijeron a Luis que se acercara a ellos, pero íbamos los tres, y al momento nos dijeron que no, que solo Luis. Le preguntaron que qué era lo que llevaba dentro de la cazadora y que para qué habíamos venido a Londres. Conclusión: Luis tiene una cara de Al-Qaeda que tira pa' atrás.
A todo esto, el propósito del viaje fue ver en vivo y en directo a Rise Against, grupo que nos encanta a Luis, Molete y a mí. El concierto fue en la pequeña sala Astoria, repleta hasta los topes. Como es de obligado cumplimiento, fuimos un poquitín tajadillos... (pero sólo un poco, madre, no se preocupe usted jeje). Pero en un par de canciones se nos pasó la tontería que llevábamos escasos minutos atrás por el metro de Londres. ¡¡¡QUÉ PASADA DE CONCIERTO!!! Creo que nunca había gozado más. Ni los 45º C que había en la sala nos cortaron el rollo; qué forma de botar y botar y cantar y berrear y volver a botar durante hora y media. Rise Against: sóis los amos.
Creo que no me olvido nada importante. De todas formas y como suelo hacer, os dejo unas fotos explicándoos cosillas en el pie de foto.
Ya no me queda nada para estar en León, unos quince días. Estos días ya hemos empezado a despedir a la gente y eso no es nada bueno, las lágrimas corren por uno y otro lado; pero de eso ya os hablaré más adelante. Un saludo desde Polonia, país del que estoy locamente enamorado.
PD: ahora entiendo la camiseta de mi hermano que reza "FUCK THE GAP". Qué pesados los londinenses con el "MIND THE GAP!!! MIND THE GAP!!!". Dan ganas de no coger el metro, qué plastas.
Y EN OTRO ORDEN DE COSAS...
LO HEMOS CONSEGUIDO,
¡¡¡LEÓN ES ACB!!!
4 Comments:
Que bonito el ASCENSOR de dos pisos xD
Luis? estás loco... qué dices?
juas juas juas jejeje me se va la pinza a veces
Era la cuña pedante del día jajaja.
Ahi estabamos gozando!!
http://www.youtube.com/watch?v=j73AJaYu_nU
Publicar un comentario
<< Home