viernes, mayo 23, 2008

Erasmus Remember en Madrid

El fin de semana del 19 y 20 de Enero surgió un viaje a Madrid con Santi para ver a Nela y a Javi, el cual estaba destinado esos días en la capital de España por motivos de trabajo.

Partimos rumbo Madrid el sábado por la mañana con la bala roja y, gracias a la impagable ayuda del GPS, encontramos rápidamente la casa de Nela. Vuelta típica por Madrid durante todo el día y por la noche, cómo no, timba (palabra no usada en Valencia, por cierto). Javi llegaba de Vitoria en coche alquilado a última hora de la tarde (no podía venir antes por un partido que tenía que jugar) y quedamos con él en una céntrica parada de metro.

Estuvimos toda la noche con Nela, su novio, y varios amigos de éstos (gallegos todos ellos) ex-compañeros de carrera que estaban también en Madrid trabajando. Cena a base de tapeo en el bar (¿bar?) más cutre de Madrid, sin duda alguna, y cervezas por doquier, incluidas aquéllas compradas a los chinos y negros en la calle (qué gozada). Después estuvimos con Carlos, Cris y Chechu (Erasmus también) y así hasta altas horas, después de dar mil y una vueltas para encontrar la zona y el garito apropiado...

Nunca había salido de fiesta por Madrid y sin duda me impresionó. Siendo un finde normal y corriente de Enero en el que obviamente hacía frío y lo más lógico era esperarte a 4 gatos de fiesta, nos encontramos con todo lo contrario (también cabe decir que era el p**** centro). Gente y más gente, cual San Juan y San Pedro en mi querido y añorado León. Habrá que repetir no tardando, que la experiencia fue buena.

No hay nada más para contar, que yo recuerde (son de sobra conocidos por todos vosotros los problemas de memoria de los que padezco... en fin). Aquí os pongo algunas fotos de las pocas que hicimos.

Siguiente historia: Córdoba con la family.


Au!

sábado, mayo 10, 2008

Gere, Vity y Javi

Cómo no, las visitas se han ido sucediendo a lo largo de estos meses.

Allá por el mes de Septiembre, recién llegado de la tierra de la cecina, vinieron Sergio, Vity y Javi el vasco (el del Erasmus). Un fin de semana en el que apenas vieron Valencia... nos va demasiado el vicio, qué os voy a contar.

Sergio y Vity vinieron juntos un jueves en el flamante Golf negro del primero el cual, dicho sea de paso, es meado una y otra vez por mi pequeño felino llamado Seat León. El viernes, al estar yo trabajando, Sergio aprovechó para ver a un familiar o amigo, no recuerdo, y mientras Vity hizo del componente femenino de toda pareja y me cocinó un suculento plato de carne guisada. El que diga que Vity cocina unas tortillas de risa no mentirá, pero que no oiga yo nada sobre sus guisos. Pon un Vity en tu vida.

Ya por la tarde aprovechamos para ir a ver la Ciudad de las Artes y las Ciencias, típica y obligatoria parada para cualquier visitante.

Javi, el vasco, vino entre un cúmulo de coincidencias. Como alguno de vosotros sabréis, el Señor Beitia está trabajando en Aernnova, empresa íntimamente ligada a mi sector (entre otras cosas, son los encargados de realizar ciertas piezas que llevan algunos de los aviones de AirNostrum). Esa semana se encontraba en Alicante, teniendo el fin de semana libre, lo que aprovechó para venir a verme y conocer Valencia. Dio la casualidad de que Javi le dijo al compañero suyo que estaba con él en Alicante que si iban a pasar el finde a Valencia, que tenía un amigo (yo) y que estaría curioso ir a verle. El colega le dijo que sí, y que así él aprovecharía a ver a otro amigo suyo de hace años de la carrera el cual trabajaba también en la ciudad. Pues bien, ese tal amigo resultó ser el jefe del jefe de mi jefe (Fermín, para los que le conozcan). El mundo, de nuevo, ha dado muestras del pequeño pañuelo que es.




Ya con Javi la verdad es que no hicimos gran cosa. Por la mañana fuimos a ver las instalaciones de AirNostrum y pasamos toda la tarde en Bonaire, un gran centro comercial al lado del aeropuerto. Después de salir a tomar un Kas (como diría Pérez) el sábado noche, los cuerpos no estaban para muchos trotes al día siguiente. Inmersos en un mar de pereza, decidimos salir a ver el centro de Valencia en una vuelta exprés (hora y pico, para que os hagáis una idea), pues el vasco había quedado con su compañero para marchar otra vez rumbo a Alicante. En esa vuelta nos encontramos a Carolina, hermana de Santi que también conocía a Javi por su visita a tierras polacas el año pasado.

Y así fue su visita de mal organizada... cosa que no está mal, porque así están obligados a volver. Al menos Sergio ya se lo está planteando para dentro de 15 días.

No sé qué más contaros de la visita. Pasó hace ya muchos meses y mi memoria flaquea que no es normal. Voy a tener que empezar a hacer sumas, memorizar números de la guía telefónica y cosas de esas que hace la gente mayor, como el abuelo Vity.

En unos días os seguiré contando más cosas de mi vida en la ciudad del vigente campeón de Copa del Rey. Saludos, amigos.