viernes, febrero 08, 2008

¿A la segunda va la vencida?

En verano, Eric y yo hicimos un viaje al País Vasco que se suponía iba a ser para conocer San Sebastián y Vitoria. Nada más lejos de la realidad; nos valió tan solo para volver a ver a Dani y a Javi, que no es poco, cabe decir.

En diciembre se me ocurrió que, un fin de semana de estos en los que no hay nada que hacer, podría ir a visitar otra vez a los vascos y así conocer ya de una vez por todas la ciudad. Si recordáis la historia de Toledo, esto fue parecido. Se organizó TODO el jueves para marchar el viernes. Tres llamadas bastaron: Santi dio el OK, Dani dijo que perfecto, y Javi que ningún problema. Ya estaba organizado; a preparar la maleta y a viajar Valencia-Bilbao con mi queridísima e idolatrada empresa Air Nostrum.

Llegamos a Bilbao por la noche y Javi nos vino a buscar para llevarnos a Vitoria. El plan era cenar por ahí, tomar algo, y pronto para casa que así el sábado por la mañana podríamos visitar Vitoria. Lo de la noche lo cumplimos, pero no lo de la mañana. Nos levantamos a la una y ya no nos daba tiempo para visitar la ciudad. Casi contrarreloj, su madre nos preparó la comida y fuimos hasta donde el autobús del equipo de Javi le esperaba para ir a Sestao a jugar. Santi y yo, como los ricos, fuimos en su coche hasta allí, donde le vimos jugar. Para los amantes del fútbol, sólo os diré que era un partido de 3ª división vasca. Sobran comentarios. Javi juega en el C.D. Vitoria; no les están yendo muy bien las cosas, pero fijo que al final se salvan, más que nada porque en el centro de la zaga ahí está Beitia repartiendo a diestro y siniestro. Voy a destacar, y no es coña, que Javi está por encima del nivel de su equipo, al menos por lo que demostraron en ese partido.



Al acabar el partido nos dirijimos a San Sebastián; mejor dicho, a Lasarte, donde vive Dani. Cómo no, el plan era cenar por ahí y salir de fiesta. Después de todo... ¿a quién le importa ver una ciudad? Llegamos a las tantas y al día siguiente amanecimos a media mañana. ¿Cuál es la conclusión? Que ni Vitoria ni San Sebastián... Al menos vimos una "pelea" entre guiris, porteros y policía vasca. Qué gozada...

Los padres de Dani, leoneses ellos, nos prepararon un rico desayuno-comida que nos valió a Santi y a mí a subsistir hasta que a las 17.30 llegamos a Valencia, después de un bus San Sebastián-Bilbao y del avión Bilbao-Valencia (no hace falta decir que el vuelo fue puntual y sin ningún contratiempo :D ).

Otro viaje relámpago que sirvió para ver a dos grandes amigos :-)

En la siguiente entrega, y si Nela se digna a pasarme las fotos, el viaje a Madrid.



PD: ¿A la tercera irá la vencida?


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